Los neumáticos juegan un papel fundamental en la seguridad en la conducción de cualquier vehículo, especialmente en las motos que disponen solo de dos ruedas y su estabilidad es primordial. No debemos olvidar que el neumático es el único punto de contacto de la moto con el suelo. La estabilidad de la moto depende en gran medida de la buena elección de los neumáticos. Debemos elegir unos neumáticos de calidad y adecuados a nuestra forma de conducir y al tipo de asfalto por el que vayamos a circular.

La superficie de contacto del neumático con el suelo es muy pequeña comparada con la superficie total de la moto, aproximadamente puede ser como la superficie del tamaño de una tarjeta de visita, es decir un rectángulo de 8×5 cm, para hacernos una idea más gráfica.

Llevar unos neumáticos desgastados, inadecuados, dañados o de baja calidad aumentan el riesgo de sufrir un accidente.

Tenemos que tener presente que los neumáticos tienen una vida limitada debido a los continuos esfuerzos de todo tipo a los que son sometidos, tal como tracción, compresión, calentamiento, fricción, que poco a poco van deteriorando la goma del neumático.

Con un dibujo en malas condiciones, las distancias de frenado y el riesgo de aquaplaning, en caso de lluvia se incrementan de forma exponencial, además de penalizar el agarre de la moto en otra cualquier circunstancia.

Un dato importante es que por debajo de los 1,6 mm, un neumático rodando sobre mojado a 90 km/h pierde casi por completo el contacto con el asfalto.

Consejos fundamentales para una buena conservación

  • Comprobar cada 15 días y en frío, la correcta presión de los neumáticos. En frio, quiere decir que la cubierta no haya rodado más de 4 kms a más de 40 km/h.
  • Mantener limpio el neumático y tener especial cuidado con grasas y otros materiales que pueden alterar la goma y por consiguiente poner en peligro nuestra conducción.
  • Mantener el neumático con la presión marcada por el fabricante. Un neumático con presión baja flexa en exceso, lo que provoca un calentamiento, un mayor desgaste y un mayor consumo de combustible.
  • Siempre que cambiemos los neumáticos, debemos cambiar también las válvulas y los tapones.
  • A altas velocidades, una válvula de goma se dobla por la fuerza centrífuga y acaba deteriorándose. Así mismo, el tapón de la válvula es importante, ya que mantiene la estanqueidad y protege de polvo y suciedad el interior, garantizando así una vida más larga al neumático.

No mejoramos nuestra seguridad si colocamos los neumáticos con código de velocidad superior a la recomendada por el fabricante de la moto. El fabricante ha elegido el código de velocidad más adecuado a las características constructivas de la moto y al variar el código de velocidad no obtendremos ninguna ventaja o mejora, todo lo contrario, podemos acortar la duración del neumático.

Importante:

Un neumático nuevo necesita un rodaje de unos 200 km aproximadamente. Debemos evitar aceleraciones y frenazos bruscos y rodar con especial cuidado durante los primeros 50 km, ya que el agarre del neumático no es bueno a causa del recubrimiento que tiene la goma para su conservación durante el almacenamiento.

Otros consejos importantes:

  • No desinflar nunca un neumático caliente, la presión interna es mayor.
  • Colocar siempre los tapones de las válvulas.
  • El haber inflado los neumáticos con nitrógeno no exime de la revisión periódica de la presión.

Envejecimiento

Un neumático envejecido puede ver afectado en gran medida sus prestaciones y rendimientos.

El envejecimiento de un neumático no solo depende de su fecha de fabricación. Su tiempo de vida depende en gran medida de las condiciones de almacenamiento y del uso posterior que le demos.

Por ejemplo, un neumático que se haya almacenado cerca de un transformador de alta tensión puede presentar, en pocos días, daños irreversibles, como grietas que van a comprometer seriamente sus prestaciones.

Los neumáticos envejecen aunque no se utilicen o se usen ocasionalmente.

Un envejecimiento de los neumáticos puede tener como consecuencia una pérdida de agarre.

Autor: Ramón Collado Álvarez (Socio nº N032)